La yurta es sin duda el emblema de Mongolia, cuya historia y orígenes se pierden en la noche de los tiempos. Pero para empezar, es importante destacar que la palabra "yurta" provendría del ruso, aunque otros dicen que su origen es turco; lo cierto es que el término utilizado por los mongoles es "ger".
La ger es una ventana hacia la historia y la cultura de los pueblos nómadas de Mongolia, así como de diversos grupos nómadas en las estepas de Asia Central. Tradicionalmente, las gers están formadas por un techo con una corona en su centro sostenida por postes, entre los cuales se fijan travesaños. Las paredes están hechas de una especie de enrejado de madera, y todo está cubierto de fieltro. Maravilla de ingenio, la ger resiste a los fuertes vientos del invierno y conserva el calor gracias a su aislamiento.
Las primeras evidencias relacionadas con la ger datan de hace más de 3,000 años. En esa época, se trataba de una vivienda que se asemejaba a un tipi, con su característica forma redondeada. Heródoto (500 a.C.) describe las viviendas de los escitas que recorrían las vastas extensiones del Mar Negro y del Mar Caspio, descripciones que se asemejan mucho a la ger. También se encuentran evidencias en los petroglifos de finales de la Edad del Bronce descubiertos en Minusinsk, Rusia, que representan viviendas redondeadas y cónicas muy similares a la ger actual.

La ger es una evolución lógica debido al aumento del diámetro de los tipis o chozas ancestrales.
Los primeros relatos famosos sobre la yurta se remontan a la época del gran Imperio Mongol y de grandes viajeros como Guillermo de Rubruck y Marco Polo, quien escribió en "Los Viajes":
"Sus chozas o tiendas están formadas por varas cubiertas de fieltro, y como son exactamente redondas y bien ensambladas, pueden desmontarlas y llevarlas en un solo paquete durante sus migraciones en una especie de carro con cuatro ruedas."

Él se refería a las yurtas de la corte de los grandes kanes, así como a las de los generales y señores de guerra de rango inferior, cuyas gers eran construidas directamente sobre carros, estas estructuras podían ser de gran tamaño y requerían varios equipos de 22 bueyes para ser transportadas durante los cambios de campamento. Las familias de rango inferior y los criadores nómadas tenían medios más modestos y desmontaban sus yurtas para transportarlas en yaks o camellos.
La ger tradicional tiene aproximadamente 5 metros de diámetro, pero los relatos históricos muestran que existían gers mucho más grandes. Estos relatos revelan que había varias versiones de gers durante el Imperio Mongol: "tiendas en forma de viviendas fijas con pilares decorados con hojas de oro y tejidos bordados con motivos coloridos cosidos con hilos de tendón; gers desmontables más pequeñas, compactas y fáciles de montar y desmontar; y grandes gers no plegables montados en carros..."
En aquel entonces, no existía lona exterior de algodón y la estructura de madera estaba cubierta únicamente con una capa de fieltro. Vivir en una ger blanca estaba reservado para los dignatarios. Sin embargo, como el fieltro blanco era extremadamente raro y requería una gran cantidad de lana blanca, el cronista del siglo XIII Guillaume de Rubruck reportó que los mongoles usaban polvo de hueso, tiza y arcilla blanca para blanquear sus gers.

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